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Para la niña mas callada del país que se perdió la fiesta de su sobrino por miedos no superados y aquella niña de ojos tristes, que hasta donde me quedé, tampoco lo superó...

Nota fuera de lugar 6: Todos podemos recordar por lo menos alguna fiesta infantil, ya saben, los típicos vasos de dibujos animados en boga, las servilletas que hacían juego, la piñata que después de decir dale, dale, dale se rompía y nos proporcionaba los ansiados dulces que duraban por lo menos una semana (y las caries que hasta hoy vienen cobrando factura). Todo muy bonito, muy mono, hasta que llegaba el payaso... Que en ocho de cada diez fiestas había uno y en cada una por lo menos siete niños lloraban de miedo. A los papas les parecía gracioso y tierno que sus críos le tuvieran pavor a los payasos y los seguían llevando a las fiestas en las que los personajes, ya acostumbrados a causar miedo e inflar globos hacían comentarios como "¿que paso mi-jito?, ¿por que lloras?, Mira, mira te hago un perrito..." y mientras lo decían acercaban su estridente cara mas, y mas, provocando así traumas severos, meses de terapia y en el mejor de los casos pesadillas por varias semanas. Hasta la fecha me pregunto como es que sobreviven estos seres de cara pintada y atuendo de trasvistis Kitsch después de ser tan poco populares entre su publico...¿?.